Hemos estado leyendo Ángel Mecánico todos los domingos, y esta semana lo hacemos con más ganas al saber que de nuevo está en la lista del NY Times de los mejores Best sellers!. Con la edición de bolsillo el libro que ya había estado en primer lugar, ha tomado ahora el número 8 en la lista.

Felicidades a Cassandra Clare por esto y es una razón más para leerlo si no lo hemos hecho aún, o para volver a leerlo como estamos haciendo aquí en Ciudades Mecánicas.

Les pedimos disculpas de antemano por la ausencia del domingo pasado, que fue por causas de fuerza mayor (unos demonios atacaron la ciudad y estuvimos defendiendo el instituto). Ya estamos aquí y por fin tenemos un momento de paz para sentarnos y leer de nuevo! Como compensación, intentaremos resumir dos capítulos!

Capítulo 7 : La chica Mecánica.

Este capítulo es uno corto y digerible, que se divide en dos escenas principales. En el capítulo pasado veíamos como Henry había mandado llamar a Tessa, por medio de Sophie. Y solo hay un lugar en una iglesia donde un inventor absorto como es Henry podría trabajar dentro de una iglesia: la cripta. Cada vez que leo cripta tengo que pensar en arañas, no puedo imaginarme a mi misma bajando a ese lugar en el sótano del Instituto, porque, como sabrán si nos siguen en twitter, le tengo pánico a esos animalitos patudos!. Asi que el capítulo ya me ha puesto los pelos en punta y ni siquiera hemos llegado al final de la primera página.

Pero poniéndome una runa "impertérrito" logro continuar leyendo sin que me importen tanto, porque Sophie quien es un personaje al que no conocemos mucho, suelta un diálogo con información valiosa sobre sí misma, y de paso sobre Will quien también es un misterio para nosotros.

"El es... Bueno, es de los malos ¿no? Me recuerda al hijo de mi último señor. Era tan orgulloso como el señor Herondale. Y lo que quería lo tenía, desde el día en que nació. Y si no lo tenía, bueno, entonces... - Casi sin darse cuenta, se llevó la mano al lado de la cara donde la cicatriz le iba desde la boca hasta la sien."

Para mí claramente Sophie dice más de sí misma que de Will, y de nuevo, los personajes de Cassie Clare me parten el corazón porque ¿qué clase de vida puedes tener cuando uno de tus patrones es tan inhumano como para golpearte y desfigurarte la cara?. Yo también odiaría a Will si con sus maneras me recordara al que me hizo tanto daño. Pero no lo odio, porque aún no puedo creer que nuestro Will Herondale pueda hacer una cosa así.

Ya en el sótano, nos encontramos con Miranda. La chica mecánica a la que le debemos el título del capítulo. Todo el mundo está, ya sea fascinado, o confundido por el descubrimiento. ¿Que clase de magia oscura es la que fue capaz de crear un androide en la época Victoriana?. No solo un artefacto que actúa como un humano, si no verdaderamente un robot con la piel de una persona. Henry está que da brincos pero a mi se me erizan los cabellos de nuevo de solo imaginar, que Miranda alguna vez estuvo viva, y que fue asesinada con el único propósito de usar su piel para forrar una máquina! Esto lleva a películas como SAW o la leyenda urbana en la que despiertas en una tina sin uno de tus órganos a un nivel muy superior. ¿Cassie clare se merece un aplauso?. Sip. Una ovación de pie por sus maquinaciones.

Ahora que sabemos quien es el Magister no es de extrañar que sus iniciales estén en el "corazón" de la chica. De Quincey un vampiro aliado de la clave es el responsable de esta aberración.

Y hablando de aberraciones, apenas salen del sótano y Jessamine les sale al paso.

-Es Will... está haciendo el ridículo en el comedor.-
Charlotte parecía confusa.
-Y ¿en qué se diferencia que sea ridículo en el comedor o en la biblioteca o en la sala de armas o en cualquiera de los otros lugares donde suele hacer el ridículo-
-Porque- contestó Jessamine como si debiera resultar evidente - allí es dónde tenemos que comer.-
Tessa no pudo evitar sonreír.

Y efectivamente, Will está trepado en uno de los aparadores intentando arreglar una lámpara en el techo... y a ésto se le une Henry intentando probar uno de sus experimentos... ¿Han escuchado hablar sobre la ley de Murphy?. Sip, esto no sale del todo bien, aunque es demasiado gracioso leerlo.

La cena casi a oscuras iluminada solo por luz mágica termina con la interrupción de una visita inesperada. Una vampira, como De Quincey: Lady Belcourt.