Primer Adelanto: Parabatai.

"El ritual no puede romperse salvo en pocas situaciones - si alguno de nosotros se convirtiera en un Submundo, o un mundano, entonces el vínculo es roto. Y por supuesto, si uno de nosotros muriera, el otro sería libre. Pero no para escoger a otro parabatai. Un solo Cazador de Sombras no puede tomar parte en el ritual más de una vez."

"Es como estar casado, no es así," dijo Tessa plácidamente, "en la iglesia Católica. Como Henry Octavo, tuvo que crear una nueva religión para poder escapar de sus votos."
"Hasta que la muerte nos separe," dijo Will, su mirada aun fija en el campo pasando veloz fuera de la ventana.

"Bueno, Will no tendrá que crear una nueva religión solo para librarse de mi," dijo Jem. "Él será libre bastante pronto."

Las voces de los hermanos Lightwood eran bastante claras. Tessa reconoció los tonos bajos y ásperos de Gideon mientras decía, “Habrá un momento de ajuste de cuentas, Gabriel. Puedes contar con ello. Lo que importará es donde estemos parados cuando llegue.”


Gabriel replicó, su voz tensa. “Estaremos del lado de Padre, por su puesto. ¿Dónde más?”


“No lo sabes todo sobre él, Gabriel. Tú no sabes todo lo que ha hecho.”


Hubo un silencio en el cual Tessa casi pudo escuchar el mal humor de Gabriel. Al final dijo, “Si desprecias tanto a Padre, ¿por qué regresaste de España?”


Gideon replicó, sonando exasperado, “Regresé por ti”-


Sophie y Tessa habían estado reclinadas contra la puerta, las orejas presionadas contra la madera; en ese momento la puerta cedió y se abrió. Ambas se enderezaron apresuradamente, Tessa esperando que ninguna evidencia de su espionaje se notara en sus rostros.


Gabriel y Gideon estaban de pie en un parche de luz en el centro de la habitación, encarándose el uno al otro. Tessa notó algo que ella no había notado antes: Gabriel, a pesar de ser el hermano más joven, era bastante más alto que Gideon por algunas pulgadas. Gideon era más muscular, más amplio de hombros. Se pasó una mano por su cabello color arena, asintiendo cortésmente a las chicas cuando aparecieron en la puerta. “Buen día, Señorita Collins, Señorita Gray.”