Escena Elminada de Princesa Mecánica.

Posted by : Lady Bellalice Blackthorn domingo, 28 de abril de 2013

Esta escena eliminada la pongo aparte del resto, por que no es una respuesta de Cassandra Clare, sino de hecho una escena del libro. Tiene muchos spoilers, aun cuando no sea una escena que aparezca como tal en el libro, muchas cosas de las que salen aquí, y toda la información que aparece, sale en el libro. Así que, si todavía no quieres saber nada, mejor espera a que salga el libro, que será en un mes mas. Ya muy pronto!!!

He decidido publicar una escena re-escrita de Princesa Mecánica. Es la escena que comienza mas o menos en la página 468, con Will en la habitación de Henry. Si pones las escenas lado a lado, puedes ver las diferencias - el momento en que Charlotte recibe cierta información, en que Will sabe cuando cierta cosa sucede, las personas que están presentes, y la actitud de Jem y Will el uno hacia el otro. - Cassandra Clare.

"Tessa está despierta!" anunció Charlotte felizmente, entrando por la puerta del dormitorio suyo y de Henry como un emocionado colibrí. Will quien había estado sentado en la silla junto a la cama de Henry, se puso de pie rápidamente, con el libro que había estado leyendo, resbalando de su regazo. "¿Tess-Tessa está despierta?", tartamudeó. "Y está-"

"Si, hablando, y el Hermano Enoch ha dicho que está bastante bien, aunque exhausta."

"Quiero verla," dijo Will, y comenzó a moverse hacia la puerta, pero Charlotte lo detuvo con una mano en alto.

"Dale un momento, Will; Sophie, está con ella, ayudándola a vestirse."

Wil sabía lo que -ayudándola a vestirse- quería decir: si él entraba de pronto ahora, Tessa estaría en la bañera. Una oleada de deseo, junto con el peso de la culpa lo arrasaron como un tren. Se sentó de golpe, recogiendo el libro del piso con torpeza. Charlotte lo miró, con una sonrisa enroscándose en las comisuras. Claramente él le estaba proporcionando alguna pequeña diversión. "¿Le has estado leyendo a Henry?" preguntó.

"Si, alguna cosa aterradora, toda llena de poesía," dijo Henry malhumorado. Estaba completamente vestido, sentado contra las almohadas en la cama, con una pluma en una mano y papeles repartidos por todo el cobertor al rededor de él. Will no lo culpaba por su mal humor. Tessa había estado inconsciente y Henry en cama, por tres días, cuando los Hermanos Silenciosos reunieron a los miembros del Instituto al rededor de la cama de Henry para decirles que aunque Henry vivía, no volvería a caminar otra vez. Incluso con toda la magia que los Hermanos tenían a su disposición, no había más que pudieran hacer.

Henry había tomado las noticias con su fortaleza usual, y una decisión de construirse una silla como las que son para los inválidos pero mejor, con ruedas que se movían solas, y todo tipo de otros artilugios: estaba determinado a ser capaz de ir escaleras abajo para poder seguir con sus inventos en la cripta. Había estado garabateando diseños de la silla toda la hora que Will estuvo leyéndole de los Idilios del Rey, pero bueno, la poesía nunca había sido el área de interés de Henry.

"Bueno, has sido relegado de tus deberes, Will; y Henry, quedas librado de más poesía," dijo Charlotte. "Si lo deseas, querido, puedo ayudarte a recoger tus notas-"

Hubo un golpe en la puerta, y Charlotte, frunciendo el ceño, fue a ver quien era. Un momento después había regresado, con una mirada sombría en su rostro. Le lanzó una mirada a Will y un momento después, él vio por qué: dos Hermanos Silenciosos venían siguiéndola, y uno de ellos era Jem.

El pecho de Will se apretó. Jem y él no se habían hablado desde la batalla en Cadair Idris.

Will había estado seguro de que iban a morir todos juntos, ahí bajo la montaña, hasta que Tessa había brillado en toda l gloria del Ángel y aplastado a Mortmain como un rayo cayendo sobre un arbol. Fue la cosa más maravillosa que había visto alguna vez, pero su maravilla se había consumido rápidamente por el terror cuando Tessa colapsó después del Cambio, sangrando e insensible, no importa que tanto intentaran despertarla. Magnus, cerca del agotamiento, apenas había sido capaz de abrir un portal de regreso al Instituto con la ayuda de Henry, y Will solo recordaba retazos después de eso, retazos de agotamiento y sangre y temor, más Hermanos Silenciosos llamados para atender a los heridos y las noticias llegando del Consejo de todos los que habían sido asesinados ese día ante los autómatas, quienes los habían atacado y luego colapsado con la muerte de Mortmain. Y Tessa- Tessa no hablaba, no despertaba, apenas respiraba. Tessa siendo llevada hacia su habitación, por los Hermanos Silenciosos, y él que no había podido ir con ella. Sin ser hermano o marido, solo pudo quedarse de pie y mirar tras ella, cerrando y abriendo sus manos llenas de sangre. Nunca se había sentido tan inútil.

Y cuando se dio la vuelta para encontrar a James, para compartir su temor con la única otra persona en el mundo que amaba a Tessa tanto como él - Jem se había ido, de vuelta a la Ciudad Silenciosa por ordenes de los Hermanos. Se había ido sin siquiera decirle adiós.

Aunque Cecily había intentado tranquilizarle, Will estaba enojado - enojado con Jem, e incluso, pasados los días, con Charlotte, por permitir que Jem se convirtiera en un Hermano Silencioso, aunque sabía que era injusto: que esa había sido la elección de Jem y la única manera de mantenerlo con vida. Su enojo no había sido aliviado por su preocupación llena de pánico por Tessa: aunque sus heridas físicas fueran menores, el golpe a su sistema, de lo que había hecho, fue mayor, y también su dolor. Él se había sentado con ella, intermitentemente, por días, tomándola de la mano y rogándole que despertara y lo mirara, hasta que Charlotte tuvo que levantarlo de donde se había quedado dormido, medio estirado en la cama con ella.

Will miró a Jem ahora, con la dureza suficiente como para hacer un agujero a través de su cabeza, pero aunque la capucha de Jem estaba baja, exponiendo su rostro, estaba mirando con determinación a otro lado menos a Will. Su cabello comenzaba a volver a su color original: el oscuro estaba mezclado con el plata, mechón junto a mechón, y sus pestañas eran negras de nuevo, rosando contra las runas en sus mejillas cuando bajó los ojos.

Eran runas que solo los Hermanos silenciosos podían usar: para Will se veían como heridas, como tajos a través de la cara de Jem. Se sintió enfermo por dentro.

Charlotte, dijo el Hermano Enoch, y estiró la mano: tenía una carta, sellada con el sello del Consejo. He traído un mensaje para ti.

Charlotte lo miró asombrada. "Los Hermanos Silenciosos no entregan cartas."

Esta carta es de gran importancia. Es imperativo que la lea ahora mismo.

Lentamente, Charlotte estiró la mano y la tomó. Jaló la solapa, luego frunció el ceño y cruzó la habitación para tomar el abrecartas de su buró. Will tomó la oportunidad para mirar a Jem más duramente. No tuvo resultado. Jem no le devolvió la mirada; su rostro estaba en blanco; no había nada a lo que aferrarse. Will casi se sintió mareado - era como haber sido un barco anclado por años, y que te hubieran cortado esa ancla para flotar en las olas, sin una idea de a que dirección te diriges. Y ahí estaba Jem, su ancla, sin mirarlo o encontrarse con su mirada.

Les llegó el sonido del papel rompiéndose, y todos miraron a Charlotte como abría la carta y la leía, como el color se iba de su rostro. Ella levantó los ojos y miró al Hermano Enoch, "¿Es alguna clase de broma?"

No hay ninguna broma, te lo aseguro. ¿Tienes una respuesta?"

"Lottie," dijo Henry, mirando a su esposa, incluso sus mechones de cabello rojizo irradiaban ansiedad y amor. "Lottie,¿que pasa, qué está mal?"

Ella lo miró y luego de nuevo al Hermano Enoch. "No," dijo ella. "No tengo una respuesta. Todavía no."

El Consejo no desea esperar.

"Bueno," dijo Charlotte, y su voz era firme. "Tendrán que hacerlo. Diles que les enviaré una respuesta al final del día." Después de un momento, el Hermano Enoch asintió, y se dio la vuelta para dejar la habitación. Jem se dio la vuelta para seguirlo.

Y Will se quebró. Se apresuró hacia adelante y cogió la manga de Jem. El grueso material de las túnicas apergaminadas era resbaloso bajo sus dedos. "¿Eso es todo?" dijo en una voz baja y urgente. "¿Regresas aquí, y no me hablas - no visitas a Tessa? ¿Acaso ya has roto tu compromiso formalmente, James Carstairs?"

Jem se quedó quieto. El Hermano Enoch se dio la vuelta. Lo miró con desagrado, tanto como cualquiera de los Hermanos puedan expresar. Un Hermano no puede casarse o comprometerse, dijo, y Will pudo saber por los rostros de aquellos al rededor de ellos, que solo él y Jem podían escuchar esas palabras, pero nadie mas. El ya no tiene una prometida o un parabatai ahora.

La mano de Will todavía estaba en la manga de Jem. "¿Quieres que yo se lo diga entonces?" preguntó Will. Charlotte lo estaba mirando negando con la cabeza. Will, no. El sabía que su enojo era injusto e inmerecido - el compromiso de Jem y Tessa se había terminado, ¿no debería estar contento por eso? - pero no estaba contento. El dolor y la ira se derramaban como agua a través de las grietas de su corazón roto. Jem quien nunca hería a nadie, estaba hiriéndolo a él, hiriendo a Tessa - y ¿qué tal si todo lo que había pasado entre ella y Will pasó solamente porque ella pensó que Jem estaba muerto?, ¿solo por la desesperación del duelo y la apasionada necesidad humana del consuelo? ¿Qué si ella amaba a Jem y lo anhelaba para siempre sabiendo que él vivía pero estaba lejos de ella, sin siquiera una palabra de él que le pudiera proporcionar algún tipo de cierre de capítulo en su vida? ¿Cómo podría ella soportarlo - como podría Will soportarlo? ¿Qué clase de futuro podrían tener? Y aun así no había futuro para él, sin Tessa. "James Carstairs, ¿quieres que yo le diga a Tessa que has terminado con ella, si tu no lo haces?"

"¿Que he terminado con ella?" Jem arrancó su manga del agarre de Will, y sus ojos estaban muy abiertos y oscuros y heridos, los ojos de Jem el niño, los ojos oscuros que Will conoció mientras crecían. "He venido aquí por que Enoch me dijo que ella habia despertado," dijo, y había un enojo en su voz que Will muy rara ez había escuchado antes. "Pedi irme para hablar con ella una ultima vez. Tu sabes lo que siento. No se acabará nunca. Ni en cien años. Ni en mil." El miró de Will al Hermano Enoch y de regreso. "Y aun asi, debo hacerlo. No tengo opción. No es algo propio de ti, Will, el no tener compasión por eso."

Will tragó duro. Todo en la habitación parecía haberse reducido a esto, solo estaban él y Jem. "Pensé, que quizás - siendo un Hermano Silencioso - que eso pudiera haberte quitado tu capacidad de sentir," dijo, y luego soltó, "no podría soportarlo, a un James Carstairs que no siente. No solo por Tessa, sino por mi mismo. Si ella te ama solo a ti, si ella desea pasar su vida, llorando por tu partida, puedo sobrevivir a eso, pero no puedo soportar la muerte de tu corazón, o el de ella."

Jem lo miró y en las profundidades de sus ojos oscuros, Will pudo ver, solo un vistazo, al Jem que conoció. "Wo men shi jie bai xiong di,"* dijo Jem. "Tu sabrías si mi corazón hubiera muerto, y yo sabría lo mismo de ti. Debo partir, como dices, aunque todavía estaré en el mundo, y aun así es como si partiera hacia una isla desconocida, algún lugar salvaje donde no pueden seguirme. Pero sabes," añadió en una voz que solo Will podía escuchar, "haré todo lo que pueda para que sea posible que los vea a ti y a Tessa de nuevo. Por que tu eres la mitad de mi corazón y ella la otra. Y mientras tenga a uno de ustedes como mi estrella del norte, mi corazón no morirá, y seguiré siendo, su James Carstairs."

"Will," dijo Charlotte. Sonaba preocupada. "Will y J- Hermano Zachariah, esto es muy irregular. Hermano Enoch, le pido disculpas-"

"He solicitado permiso para hablar con Will, también, antes de venir," dijo Jem. "Me han dicho que podía hacerlo, siempre y cuando no le hablara o le preguntara nada, mientras el Hermano Enoch estuviera atendiendo los asuntos del Consejo."

Will lo miró, y luego al Hermano Enoch, dándose cuenta con una enfermiza sensación en su estómago, de que quizás había perdido para siempre, su unica oportunidad de hablar otra vez con Jem en privado. La cara de Enoch estaba en blanco, su expresión no traslucía nada. "Eso no es justo!" dijo Will. "Yo te hablé primero-"

Paz, pequeño Cazador de Sombras, dijo el Hermano Enoch. Los vínculos parabatai son comprendidos por la Hermandad. Después de todo, nosotros los unimos con ellos. Tienen nuestro permiso para hablar, una última vez, antes de que se vaya.

* "Wo men shi jie bai xiong di " Hemos jurado ser hemanos.

Fuente: Cassandra Clare

Traducción: Cazadores de Sombras/Ciudades Mecánicas

Artículo: Cazadores de Sombras/Ciudades Mecánicas

Si tomas información, por favor respeta las fuentes.